viernes, 29 de abril de 2011

Elementos de la profesión

Ejercer una profesión requiere que tal actividad sea hecha por el mismo profesional. Pero nadie puede ejercer una actividad que desconozca, por lo que la actividad personal presupone que se hace teniendo en cuenta los tres componentes del quehacer profesional:

Los componentes científicos. Son las bases de teoría científica de toda actividad profesional pero que, siendo semejante para grupos de profesiones, es diferente para todas las profesiones. Su comprensión permite dominar la naturaleza de la profesión y por lo tanto, producir resultados conforme con los objetivos de la profesión y predecir los resultados de su ejercicio.
Los componentes técnicos. La toda profesión existen actividades cuya ejecución señala el quehacer propio de la profesión, el cual debe ajustarse a ciertas normas de procedimiento y de técnicas aplicadas. Estos procedimientos y técnicas son los elementos técnicos de la profesión, cuyo conocimiento permite seleccionar las actividades intrínsecas y posibles que permitan alcanzar los objetivos de la profesión.
Los componentes humanos o de servicio. Son la traducción de los componentes técnicos y científicos puestos como servicio al usuario de la profesión, en forma inmediata o mediata. Representan entonces el servicio en sí mismo, como motivación esencial del ejercicio profesional.
Subordinación del actuar profesional a la ética. La conciencia profesional, al tener este elemento, puede ordenar, permitir o prohibir los actos que consideren o están de acuerdo con lo debido en materia de la respectiva ética profesional. En el fondo, esto implica que, en caso de conflicto ético, se deben respetarlas escalas de valores profesionales por encima de las escalas personales.
Preparación profesional científica y técnica. Siendo el papel de la conciencia profesional el juzgar los actos profesionales, es importante que el profesional haya recibido la debida preparación que le permita actuar en la profesión con el máximo de beneficio para sus usuarios y para que la conciencia moral profesional pueda evaluar si cada acto está ajustado al deber ser profesional.
Formación ética. Como todo ejercicio profesional implica deberes morales, es necesario que el profesional los conozca, para que su conciencia pueda valorar si se cumplen o no y si se cumplen según las normas éticas respectivas o violándolas.
Sentir la obligación de trabajar. El trabajo es una forma de retribuir, en justicia, lo que el profesional ha recibido de la sociedad en su preparación, en las oportunidades de trabajar que se le dan (aunque a veces esto no sea una realidad social) para que pueda subsistir decorosamente y para cumplir con los derechos de los usuarios y empleadores respecto al trabajo del profesional.
En la profesión y el servicio a los demás
El ejercicio de una profesión es siempre de carácter social de hecho, las profesiones han nacido y se han desarrollado como respuesta a necesidades de las comunidades, no de las personas consideradas individualmente y por ello, una de las funciones de cualquiera profesión es contribuir al bien común, sin que deje de proveer el necesario beneficio personal del profesional. Servir a los demás requiere utilizar los mejores esfuerzos del profesional, como un deber personal e inherente a su misma condición de profesional. Lo anterior implica que el profesional debe sentirse útil a los demás.

Estabilidad profesional
La estabilidad profesional supone consagración al ejercicio profesional de por vida, habida cuenta de lo que se requiere para la formación del profesional, mirado como costo social, como esfuerzo personal y como respuesta a necesidades permanentes de la sociedad.
Sin embargo, la estabilidad profesional no significa inamovilidad. Dado que sería una negación de la libertad humana para elegir función en la sociedad, pero sí significa permanencia por atractivo de la profesión y por la misma utilidad que representa su ejercicio. Tampoco supone dedicación exclusiva, pues el trabajar, junto con el amar (como compartir familiar y social), el divertirse y el adorar a Dios, es sólo una de las actividades que le permiten al humano su realización personal.

Beneficio personal
Como se dijo antes, el ejercicio profesional se da fundamentalmente para el bien común, representado en el conjunto de usuarios de la profesión, pero sin descartar el bien particular del mismo profesional. Este bien particular es el lucro personal, que permite al profesional vivir honestamente, con su familia, del ejercicio profesional.
Pero el beneficio personal, como elemento de la profesión, no es sólo el bienestar material. Incluye la satisfacción personal espiritual por su quehacer y los resultados que se obtengan; es el "status" que la sociedad le asigna por su utilidad social, que no sólo por el ser profesional; es la autoridad moral y científica que se le reconoce en su campo; son los derechos y privilegios que le otorga las sociedad en retribución al trabajo desempeñado.

Honradez profesional
Debe ser el resultado de la función social de la profesión como trabajo dirigido al bien común y que impide sustraer el beneficio personal al bien común. Ser honrado, profesionalmente hablando, es cumplir los deberes de la profesión, sin desechar los derechos, en sentido de justicia. Por lo tanto, la honradez profesional lleva a reconocer los deberes como prioridad frente a los derechos.

1 comentario:

  1. Muy buena información!

    en mi opinión está muy completa...
    gracias y felicidades!

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